Cuando el nacionalismo invadió la música

domingo, 27 de abril de 2008

[La libertad guiando al pueblo, Delacroix, 1830. Símbolo del liberalismo y nacionalismo del XIX]

Andrés Pérez | El ser humano, por lo general, tiende a crear sus propios símbolos, representaciones de algo que tiene o que desearía tener. Los símbolos en esencia no dejan de ser eso, símbolos. Representaciones en papel, tela, sonido o piedra, pero representaciones al fin y al cabo, algo, con lo que mostrar al mundo el porqué de su modo de vida o el porqué de su propia existencia. Esos símbolos han existido siempre y no dejarán de existir porque aporta a quienes los observan algo de nosotros que no queremos o no podemos explicar con palabras. El símbolo lo creamos para representarnos a nosotros mismos, para hablar por nosotros, en definitiva, algo propio e intransferible, algo único que nos haga especiales respecto al resto de mortales, algo de lo que vanagloriarse y algo a lo que adorar. Algo, que necesitaba la sociedad burguesa del siglo XIX cuando en 1815 tras el Congreso de Viena, las potencias vencedoras de las guerras napoleónicas dictaron sentencia y ordenaron la restauración del Antiguo Régimen, Régimen obsoleto y desigual contra el que miles y millones de franceses se habían levantado una primavera de 1789.

[Firmantes del Congreso de Viena, 1815]

Romper con el pasado y si es necesario romper al pasado. Quizá ese fue el pensamiento que surgió en el ámbito intelectual europeo tras los tratados de Viena en 1815 que ponían fin a las esperanzas de una apertura al liberalismo. Nada de eso. En teoría, Francia volvería a ser una monarquía absolutista y el resto de países europeos se organizarían respecto a sus legítimos monarcas, una organización, que llevaron a cabo las principales potencias europeas en Viena a su antojo. Hicieron y deshicieron países cual puzzle europeo y barrieron de un plumazo cualquier vestigio de la antaño, gloriosa Revolución Francesa. El miedo a más revoluciones promovió la mano dura dentro de las monarquías europeas y nos son familiares cuadros como el fusilamiento de Torrijos, símbolo del liberalismo español. Los burgueses de principios del siglo XIX no estuvieron de acuerdo. En un mundo donde ellos controlaban la moneda no veían justo que quienes vivían a costa de los demás lo hicieran gratuitamente, no después del antecedente francés. Así lo creyeron y así lo llevaron a la práctica.

[El fusilamiento de Torrijos, Gisbert, 1888]

Bajo la bandera del liberalismo se lanzaron a la lucha por la justicia y a un nuevo tipo de lucha, a al lucha por la nación. La palabra nación sonaba vacía en las antiguas monarquías regalistas donde Francia era el rey y donde sus súbditos eran tal, no ciudadanos franceses. El nacionalismo nace con las revoluciones liberales del siglo XIX y los principales abanderados de este nacionalismo no fueron otros que los burgueses en busca de un Estado Liberal donde ver satisfechas sus necesidades de poder. Al fin y al cabo, los burgueses no buscaban más que su propio beneficio de cualquier objetivo común, como por ejemplo, la lucha por la nación y por los ciudadanos. En el fondo esta efímera unión entre los obreros, los campesinos y los burgueses bajo la bandera de la nación para derrocar definitivamente al antiguo régimen no haría más que contemplar sangrientos despertares en el futuro, cuando al burgués medio no le interese mantener viva la llama de la revolución nacionalista una vez alcanzada su cuota de poder y de prestigio social.

[París en 1848]

Por tanto es el nacionalismo el nacimiento de una nueva sociedad, de un nuevo concepto del ser humano ligado al liberalismo. Como todo en la historia de la humanidad, tuvo su representación en el arte si no supuso la tendencia principal en la mayoría de las artes del siglo XIX. Si por algo se ha caracterizado el arte históricamente es por retratar al sociedad en la que vivió y en un siglo donde los simbolos nacían y donde los mismos eran pieza clave de las nuevas naciones y del liberalismo frente al Antiguo Régimen (el nacionalismo no deja de ser la bandera de los burgueses frente al personalismo del A.R.). En pintura, en literatura y en música se denotó todo este nacionalismo ferviente, no exento jamás de una calidad sublime representada en artistas de la talla de Delacroix, Dvorak, Verdi, Wagner o Victor Hugo.

[Mapa algo lioso de la Bohemia en 1882, a donde pertenecía Dvorak]

Me centraré en los tres genios musicales, Antonín Dvorak, Guissepe Verdi y Richard Wagner. Los tres autores son símbolos antológicos nacionales de sus respectivos países, países que nacieron en el siglo XIX prácticamente. Alemania, Italia y la República Checa, a principios del siglo XIX, tras el Congreso de Viena, no existían. Ni nadie se imaginaba que lo fueran a ser. Alemania era un compendio de 32 reinos bajo la supervisión del gran reino de Prusia, Italia no pasaba de ser un mosaico de estados donde los príncipes manejaban a su antojo y la República Checa era Bohemia, provincia, por así decirlo, del gran Imperio Austrohúngaro. A mediados del Siglo XIX, en plenas revoluciones burguesas (especialmente la de 1848, donde en los tres 'países' hay levantamientos populares) la conciencia de nación comienza a aferrarse al alma de los habitantes de estos territorios, y con ellos, algo a lo que aferrarse o algo de lo que vanagloriarse, en definitiva un símbolo.

[Mapa explicativo de la unificación italiana]

Antonín Dvorak era el más joven de los tres. Actualmente hubiera nacido en Polonia, pero en aquellos tiempos el Imperio Austrohúngaro era tan vasto que la zona sur de Polonia se consideraba Bohemia, o lo que es lo mismo, Chequia. He de reconocer una particular predilección por el autor checo. Su obra, la sinfonía del nuevo mundo, es maravillosa hasta un punto sublime. Probablemente es uno de los grandes genios musicales menos reconocidos en España y en general en el Mundo. No lo coloco a la altura de grandes maestros como Mozart o Beethoven pero sí en una segunda fila absolutamente excepcional. En 1901 escribió su única ópera, ya que Dvorak fue hombre de sinfonías. Su música supuso un mestizaje de sonidos bohemios (Praha, la ciudad donde toda la belleza se vino a vivir, al frente) y técnicas modernas. No en vano, fue tal el prestigio que alcanzo el bueno de Dvorak en vida, que la inicipiente escuela americana lo contrató para crear un estilo propio.

[Mapa explicativo de la unificación alemana]

Verdi y Wagner son los símbolos respectivos de dos países en construcción. Italia y Alemania. Si bien Wagner supuso un tétrico símbolo dentro de los desfiles hitlerianos años más tarde, en vida no supuso tal ejemplo nacional como sí lo fue Verdi. 1850, nace Italia, su rey, tras la lucha contra Napoleón III es proclamado como tal en Roma, Victor Manuel II. Italia nace al grito de "¡Viva Verdi!", o lo que es lo mismo: "Vittorio Emmanuele Re D'Italia". Verdi, probablemente, fue el primer músico con conciencia política de la historia. Lo extraño, es que no lo detuvieran por revolucionario. Por su parte Wagner asistió en su larga vida al nacimiento a finales del Siglo XIX de Alemania, tras intensas batallas entre Prusia y Francia que colearían años después. Ambos, más allá de su simbolismo nacional, son unos genios musicales. Verdi, con sus magníficos coros, con sus requiem que parecen de todo menos requiem o con sus óperas llenas de energía y alegría italiana; y Wagner, con sus óperas llenas de energía y vitalidad rabiosa como Tristán e Isolda, o con sus sinfonías energéticas a más no poder como la Cabalgata de las Valquírias. Genialidad el italiano, fuerza pura el alemán.

En definitiva, el nacionalismo fue palpable a nivel musical en centroeuropa, de nuevo, un símbolo que invade el arte, y de nuevo, el arte como símbolo de los deseos, frustraciones y anhelos del ser humano.

Sinfonía Nº 9, El Nuevo Mundo, Antonín Dvorak (espectacular, probablemente la mejor orquesta sinfónica y el mejor director de orquesta del mundo juntos: Herbest Von Kalajan y la Orquesta Sinfónica de Viena):




Rigoletto, Ópera de Verdi, concretamente la archiconocida La dona e mobile:




Y para terminar, la conocidísima Cabalgata de las Valquírias, de Wagner:




Vía | Wikipedia, Artehistoria, Clases Historia, El Rincón del Vago
Imagen | The art Wolf, Portal Planeta Sedna, Legado Andalusí, Cazurrabit, Cscom, Sabuco, De archivo

¿Arte o Delito?



Eduardo Pérez | ¿Quién de nosotros, al menos una vez, no ha dejado marcado, pintado, tallado o esculpido su nombre en algún sitio? Desde pequeños, al querer dejar patente nuestros lazos de amistad con otras personas, o simplemente para dejar claro, con esa chulería infantil, de que habíamos pasado por allí, hemos “grafiteado” para expresar lo que sentíamos en ese momento.

Y es que, el otro día, cuando caminaba por el centro a las tantas, me encontré con que unas personas estaban dejando esta misma marca, pero esta vez no era un simple nombre, o un “he estado aquí”. Lo que estos chicos estaban haciendo era una autentica obra de arte. Bueno, eso a mi manera de ver, claro está, ya que estos son perseguidos por la policía como delincuentes, a pesar de que gracias a ellos, los cascos históricos o estaciones de metro o tren de algunas ciudades están adquiriendo una estética nueva, refrescante incluso, lejos de la monotonía a la que nos tienen acostumbrados estos lugares.

Pensando en eso, decidí acercarme y hablar con ellos, y lejos de ser unos incultos “delincuentes”, como los llaman las señoras mayores, me encontré con unos individuos que estudiaban una carrera universitaria, y que eran muy conscientes de lo que hacían y que lo hacían por una razón muy sencilla: para expresarse. Para expresarse en una sociedad que no les permite hacerlo. En una sociedad en la que casi toda la información está controlada y en las que las opiniones del individuo, muchas veces, no trascienden. Es su manera de expresar su consciencia social, de decir que es lo que les parece bien o mal y de una manera en la que, seguramente, su mensaje será captado por alguien.


Y en esa pequeña charla que tuve con ellos, me ilustraron la realidad del grafiti, de su historia, y todas las claves para entender su arte. Aunque en esta entrega, no profundizaré mucho en ese encuentro. Y cito: “Al contrario de lo que muchos creen, el grafiti no es algo nuevo. Parece mentira, pero desde los romanos existen los grafitis. Aunque esta claro de que no lo hacían como nosotros, pero seguro que lo hacían por la misma razón”. Y es que el termino graffiti viene del latín graphiti (el cual se refiere a las consignas que los romanos dejaban), que durante los años sesenta se popularizó en EEUU.

Y es allí donde este arte moderno tuvo su origen en los años sesenta, en la ciudad de Filadelfia, en la cual los grafitis de protesta de figuras como “Cornbread” o “Kool Earl”, (pioneros del arte grafiti) ayudaron a definir el movimiento que posteriormente se convertiría en el que conocemos hoy. En España, el movimiento graffiti no llegaría hasta la década de los 80, donde Muelle (Juan Carlos Argüelo) inundó la ciudad de Madrid con sus pintadas. Otros nombres importantes del grafiti madrileño fueron Bleck (la Rata) o Glub.


Claramente, el estilo ha evolucionado con el tiempo. Ya no solo se realizan Tags, como al principio en Madrid, sino que los grafiteros realizan desde pequeñas pintadas con plantilla, hasta auténticos murales que han ido trascendiendo cada vez más y más en la opinión pública y en la sociedad. Una sociedad que ha ido evolucionando desde los sesenta, y cuyos mensajes se han ido volviendo cada vez más críticos, aunque aún no esté preparada del todo para la revolución que supone el arte grafiti. Las palabras de Marc Ecko, sastre urbano dueño y fundador de Ecko Unlimited, lo expresan con claridad: «El grafiti es, si duda, el movimiento reciente más poderoso de la historia»

Continuará…

Vía | Investiación propia

Punk: libertad individual y transgresión

domingo, 20 de abril de 2008

Patricia Vitoria | En este blog, también tienen lugar las tendencias artísticas minoritarias e incomprendidas históricamente, como es el caso del punk. El punk nace en los años 70 en Inglaterra y también en Nueva York. Este movimiento, comenzó como una actitud que cuestionaba la sociedad, sus tradiciones, sus ídolos y rechazaba toda hipocresía. Etimológicamente, la palabra inglesa 'punk' para referirse a personas (vago, despreciable) o a cosas (basura, escoria) tiene un significado despectivo, al utilizarla para autodefinirse, los punks o punkies pretendían desmarcarse de todo lo establecido y lo "políticamente correcto". La ideología del punk está ligada al derecho intrínseco del individuo a la libertad, impulsando el papel de la elección personal en su desarrollo. Todos estos aspectos se reflejaban en una burla a la rigidez de los convencionalismos que ocultaban formas de opresión social. Cuestionar y transgredir todo lo que les rodeaba. Buscaban una identidad alternativa lejos del despreciado movimiento hippie.

La estética del “hazlo tú mismo” llevó a la aparición de numerosas y transgesoras manifestaciones en el campo del diseño y el arte en general. Uno de estos experimentos fue la aparición de numerosas revistas, de las cuales Sniffin’ Glue (1977) fundada por Mark Perry fue la más conocida. En estas publicaciones utilizaban tipos e imágenes recicladas de los periódicos populares (“corta y pega”) y textos hechos a mano o con máquinas de escribir en una clara transgresión de las normas concertadas como "buen diseño". Tenían una circulación reducida y una duración corta pero su influencia se extendió hasta el campo convencional del mundo editorial. La revista i-D fundada por el director de arte Terry Jones, obtuvo un gran éxito publicitario y fue tomada como referente por diseñadores de todo el mundo.

[Portada de un ejemplar de Sniffin' Glue]

La Galería de arte Barbican (Londres), una de las más grandes de Europa, realizó una exposición que muestra el perfil quizá menos tomado en cuenta de este movimiento: su influencia en el arte. Cuando la mayoría piensa en punk, lo asocia generalmente con peinados como crestas de gallo y música bulliciosa. No muchos lo vinculan con pinturas cotizadas en cifras multimillonarias y producciones para grandes campañas publicitarias. Sin embargo, eso es lo que la muestra llamada Panick Attack se encarga de exhibir; diferentes producciones de alrededor de 30 artistas (de origen estadounidense y británico) que entre mediados de los setenta y mediados de los ochenta dotaron a sus obras del mismo vértigo que bandas como Sex Pistols dieron a su música. Guitarras distorsionadas, con letras irónicas y contestatarias que llegaban a tener la osadía, por ejemplo, de declarar que la reina Isabel “no es un ser humano”.

Imagen de Jamie Reid [Museo Barbican]

“No hay futuro” fue el lema nihilista de los Pistols, una banda irreverente conformada por integrantes que rondaban los 20 años, tenían los dientes podridos, los pelos parados y usaban camperas de cuero. La Inglaterra de los buenos modales sintió vergüenza ante los nuevos ídolos de sus hijos. El diseño de las carátulas y pósters de Sex- Pistols, eran perfecta muestra del caos del “corta y pega”, fueron diseñadas por Jamie Reid, director artístico de los Sex- Pistols. En 1970, Reid fundó un periódico comunitario llamado Suburban Press y lo integró en el diseño copiando las ideas que le interesaban como influencia del movimiento Situacionista Francés, que en los años 60, había utilizado eslóganes políticos y artísticos para minar las bases del status quo. De esta forma, utilizaba caracteres recortables como se utilizan en los chantajes, colores que desentonan y eslóganes políticos, creando una expresión visual perfecta para el punk británico. Poco a poco fue influyendo en la corriente artística principal, estableciendo imágenes visuales que han inmortalizado la revolución cultural punk.

Imagen | Google Images

El gótico y la nueva concepción del ser humano

domingo, 13 de abril de 2008

Andrés Pérez | Mucha gente cree erróneamente que el Gótico es la continuación natural del Románico. Todo lo contrario. Son puntos de vista completamente alternativos y antagónicos, prácticamente, se podría decir que el Gótico es la controversia del Románico, todo aquello que el Románico no es. Por tanto, creer que el Gótico es la continuación del Románico no es más que caer en otro de los muchos errores que se suelen caer al pensar sobre el Gótico. Porque, al contrario de lo que pueda parecer, el Gótico no es un periodo de la historia caracterizado precisamente por la oscuridad y el tenebrismo, todo lo contrario, desde finales del Siglo XII hasta finales del Siglo XIV el Gótico impregnó el panorama europeo de catedrales esplendorosas, radiantes, brillantes y luminosas. La luz, ese elemento ausente de cualquier obra románica, es el elemento clave del Gótico. El Gótico, en resumidas cuentas, es el punto de inflexión respecto a periodos medievales anteriores tanto a nivel escultórico, arquitectónico, pictórico como político y social.


Para entender cualquier movimiento artístico es necesario comprender en qué situación se produjo, qué ocurría por aquel entonces en Europa para que se terminara pensando de la manera en que se pensó o de la manera en la que se construyó. ¿Qué ocurría en Europa alrededor de 1180? El terror del año mil ya había desaparecido pero el miedo a las invasiones bárbaras no. En la Europa profundamente católica de la Edad Media, tanto musulmanes venidos de Arabia, como Normandos venidos del norte como, a su vez, Turcos que amenazaban la integridad del Imperio Bizantino traían consigo el terror y el miedo a los pueblos de Europa. Sin ir más lejos, la península Ibérica estaba prácticamente conquistada por el fenómeno musulmán. Los normandos, por ejemplo, conquistaban desde las frías tierras del norte el archipiélago británico e incluso bajaron por el Mediterráneo para invadir Nápoles o Creta. Eran tiempos por tanto de debilidad en los principales estados europeos, estados, que se habían quedado sin una referencia clara tras la caída un siglo antes del Imperio Carolingio, santo y seña del cristianismo y del poder feudal.


La peste asolaba los territorios centroeuropeos, la Guerra de los Cien años marcaba sin duda alguna el futuro de Inglaterra y de Francia, aparecían héroes en esa misma guerra como Juana de Arco, Barbarroja consolidaba su Imperio en centroeuropa y en Italia, la primera Cruzada parte para liberar Jerusalén del 'infiel' y entre tanto movimiento político y territorial se consagra la burguesía y las urbes aparecen como los centros económicos de la época. Es el nacimiento de la burguesía incipiente que comienza a controlar el poder económico de los reinos y es la nueva concepción del ser humano, derivada de un racionalismo alejado del catolicismo exacerbado, la que permite que nazca un nuevo tipo de arte alejado del oscuro y terrorífico Románico. El Gótico.


El Gótico responde a un movimiento social llamado humanismo, que surge en las grandes ciudades en contraposición a la concepción que se tenía del ser humano en el Románico. Ahora el ser humano ya no será una penosa carga donde transportar el alma, sino que será el símbolo de la perfección de Dios, su obra más maravillosa y amada. El humanismo da como resultado amor a Dios y a la naturaleza, no miedo. La reforma cisterciense abre en esta época unos nuevos cánones para la arquitectura y la nueva estructura social basada en el poder de las ciudades y en la aparición de la burguesía son los factores fundamentales para el nacimiento del Gótico.
Si por algo se caracteriza el Gótico es por la Luz. Las grandes catedrales serán el santo y seña del nuevo arte. Catedrales mastodónticas en ocasiones de más de 100 metros de altura, como la de Amiens en Francia o la de Palma en España. Catedrales que anhelan llegar a Dios, de ahí su altura, llegar a Dios porque en esta época el amor a Dios se contrapone al miedo que en el Románico se le tenía. Las vidrieras permitirán el paso de coloridos mosaicos y luminosas galerías olvidando los oscuros interiores del Románico. A nivel pictórico la evolución es impresionante. Especialmente en la escuela flamenca, en los actuales Países Bajos y Bélgica, donde los grandes pintores flamencos dejarán su estampa para la historia y supondrán un punto de inflexión para futuras generaciones artísticas. Los frescos se mantendrán pero mayoritariamente se utilizará el lienzo al óleo como técnica revolucionaria para la pintura, se buscará la exactitud y el máximo realismo, el detallismo absoluto y el arte estará al servicio de la burguesía y de la Iglesia. Grandes pintores como los hermanos Van Eyck (El matrimonio Arnolfini), El Bosco (El jardín de las Delicias)o El Patinir (El paso de la Laguna Estigia) o Brueghel entre otros muchos.


En definitiva el Gótico supuso un cambio de mentalidad importantísimo para las futuras generaciones, una nueva manera de entender al ser humano más abierta y un poquito más liberal, un nuevo arte más técnico, bello y radiante que, especialmente en pintura, supondrá un punto de inflexión vital para el resto de la historia con la nueva aparición del lienzo al óleo; y especialmente, a nivel social nace una nueva clase social que en el futuro, aunque muy lejano, traerá nuevos pensamientos y nuevas maneras de entender la economía y la vida: La burguesía.

El arte gótico en diez minutos:




Vía | Wikipedia, Cistercensi, Universidad de Alicante, Cultura General, La Túnica de Neso, Historia del Arte (Vivens Vives, 2006)
Imagen | 1) Bóveda Gótica (Wikipedia), 2) Catedral de León (Catedral de León), 3) Mapa de la expansión de la peste en Europa (Imperio Bizantino), 4) La Cosecha de Brueghel el Viejo (Wikipedia)

La historia de Apolo y Dafne




Laura Quílez


"Auxíliame, padre mío, si los ríos tenéis poder divino; transfórmame y haz que yo pierda la figura por la que he agradado excesivamente". Apenas terminada la súplica, una pesada torpeza se apodera de sus miembros, sus delicados senos se ciñen con una tierna corteza, sus cabellos se alargan y se transforman en follaje y sus brazos en ramas; los pies, antes tan rápidos, se adhieren al suelo con raíces hondas y su rostro es rematado por la copa; solamente permanece en ella el brillo. Febo también así la ama y apoyada su diestra en el tronco, todavía siente que su corazón palpita bajo la corteza nueva y, estrechando con sus manos las ramas que reemplazan a sus miembros, da besos a la madera; sin embargo, la madera rehúsa sus besos. Y el dios le dijo: "Ya que no puedes ser mi esposa, serás en verdad mi árbol; siempre mi cabellera, mis cítaras y mi carcaj se adornarán contigo. ¡Oh, laurel!, tú acompañarás a los capitanes del Lacio cuando los alegres cantos celebren el triunfo y el Capitolio vea los largos cortejos. […] Peán había acabado de hablar; el laurel se inclinó con sus ramas nuevas y pareció que inclinaba la copa como una cabeza.


Puede que estuviera paseando, pensando en lo precioso que era el lugar por donde andaba, sin dirigirse a ningún sitio determinado, sólo paseando para, si pudiera ser posible, inspirarse; o puede que estuviera tranquilamente pensando en otra cosa y se le ocurriera ésta historia en un momento, o cualquier otra circunstancia en la que le vino en la cabeza, pero en ese entonces, se le ocurrió. Alrededor del año 7 d.C. Ovidio escribe la historia de Apolo y Dafne, que trata de cómo la ninfa huyendo del loco y enamorado Dios Apolo termina convirtiéndose en laurel. Junto a ésta curiosa historia mitológica también constan en su libro de las “Metamorfosis” otras historias en las que el tema esencial es la transformación o mutación. Cuenta el mito que Apolo quiso competir con Cupido en el arte de lanzar flechas. Cupido, molesto por la arrogancia de Apolo, ideó vengarse de él. Para ello lanzó al hermoso dios una flecha de oro, que causa un amor inmediato a quien hiere; por el contrario, hirió a la ninfa Dafne con una flecha de oro, que causa el rechazo amoroso. Apolo, enamorado perdidamente de Dafne, la sigue sin descanso, ella, huye del acoso apasionado de Apolo y es convertida en laurel por su padre, el río Peneo. En el instante en que Apolo roza el deseado cuerpo de la ninfa, ésta se transforma en tronco de árbol.

En 1620 Scipione Borghese , un cardenal romano, encarga a Bernini para los jardines de su casa en la capital de Roma la obra de Apolo y Dafne. Un conjunto escultórico realizado en mármol en el que se aprecian claramente las características de la escultura berlinesca. Ésta escultura tiene continuamente descritas líneas curvas en los cuerpos que se oponen repentinamente a las diagonales de los brazos y las piernas. La forma abierta dota al conjunto de un movimiento ascendente que se proyecta hacia un espacio ilimitado y que obliga a admirarlo desde diversos puntos de vista. La textura y la luz que los caracterizan van unidas y en contraste: la rugosidad de los cabellos y la vestimenta e incluso el pulimentado de las superficies de los cuerpos, todo en completa armonía y belleza. El artista, al ser llamado para intervenir en la construcción de esta obra, decidió darle a su escultura la máxima tensión, el punto álgido del dramatismo: el clímax. Ese es el momento en el que Apolo roza el deseado cuerpo de Dafne cuando ésta ya se está convirtiendo en un árbol.


En la época del Barroco fue cuando finalmente alguien lee la historia de Apolo y Dafne en la obra de Ovidio de “Metamorfosis” y se le ocurre que podría existir una escultura que reflejara totalmente ésta trágica y complicada historia. El Barroco se inició en la tercera década del siglo XVI. En este momento el ideal clásico de la belleza, que había mantenido el Renacimiento, ya no gustaba a los más revolucionarios, así que nació un sentimiento de insipidez, de inexpresividad, de frialdad, lo que provocó el Manierismo. Llegado este momento irrumpen los elementos principales que van a definir a éste movimiento: ante la ruptura en el Concilio de Trento (la llamada Contrarreforma) aparece la Reforma protestante, esto supone que los hermanos del cristianismo se separan de la ortodoxia católica y hacen valer otra manera de ser cristiano. El arte entonces va a ser llevado de nuevo a su función social y religiosa y el resultado será una estética comprometida al servicio de una causa y que abandona el ser objeto de contemplación desinteresada. Las técnicas visuales resultantes de todo este planteamiento son la amplitud, el sentimiento, el movimiento, la elección por los efectos escenográficos. Se recurre ahora a las potencialidades que tiene la imagen para conmover a toda la población. En conclusión, el arte se convierte en publicidad, en instrumento de captación y dotado de una elevada iconografía.

Con ésta escultura quería comenzar los post de nuestra nueva web, porque me parece que a parte de ser muy bella y realista nos refleja completamente lo que se buscaba en las obras de arte en la época del Barroco, como he explicado, con semejantes formas y creando el máximo movimiento. También quería subrayar el poder que tienen algunas historias escritas en el pasado a lo largo de los años, ya que aunque parecieran olvidadas alguien las saca a la luz para crear una obra de arte a partir de ellas, dotando al mundo de cosas tan hermosas como las que hemos visto.

Vía Telepolis, Wikipedia, Trageznies / de archivo
Imagen 1) Apolo y Dafne, 2) Bernini, 3) El éxtasis de Santa Teresa (Google)

Empezamos

jueves, 10 de abril de 2008


De Da Vinci a Warhol comienza y os damos la bienvenida al pequeño rincón del arte y de la historia. En el tiempo que sea necesario iremos contando aquellos movimientos artísticos que nos llaman la atención y que creemos que merecen la pena ser contados. Como la historia también tiene su sitio en este pequeño rincón de la red, contaremos historias anecdóticas o movimientos artísticos ligados siempre a su contexto histórico. Esperamos que os guste, que paseis mucho por aquí y que nos comenteis siempre que os apetezca desde un punto de vista crítico y respetuoso.


El arte es la mentira que nos permite comprender la verdad.

Pablo Picasso.


Bienvenidos todos.

Vía | Wikipedia
Imagen | Campus