EL FINAL

domingo, 15 de junio de 2008

Aquí llegó nuestro final.
El trabajo que tanto esfuerzo nos ha supuesto ha merecido la pena, hemos logrado nuestro objetivo.
Ponemos punto y final a esta interesante aventura por el mundo de los blogs, dando por finalizada la práctica de nuestra asignatura, Documentación Informativa.
Agradecemos vuestro continuo seguimiento y los comentarios que han permitido que se fraguase no sólo nuestra nota sino también la mejora de nuestros post.

A todos vosotros:
GRACIAS

Andrés, Eduardo, Laura, Patricia y Paula.

Egipto, tierra de faraones

lunes, 19 de mayo de 2008

Paula Royo. Siempre hemos considerado los períodos del Gótico, Renacimiento y Barroco como los mayores legados arquitectónicos; bien es cierto que supusieron un antes y un después en la nueva concepción del arte, sin embargo y muchos siglos antes, aproximadamente unos 3000 años atrás, existió una civilización nacida en las orillas del río Nilo que construiría las mayores obras arquitectónicas de la historia, las majestuosas pirámides. A primera vista parece casi imposible que un puñado de hombres fuese capaz de levantar a las grandes faraonas de Egipto, sin tan apenas medios para poder llevar a cabo esta ardua tarea.

La majestuosidad de las pirámides sólo fue comparable al reinado de los artífices de su creación, los faraones; encarnación del Dios Ra, el Sol de la mañana, la Luna de la noche. Los grandes reyes del pasado no conocían los límites de su poder, cuanto mayor había sido su reinado mayores eran los palacios, monumentos en su honor y, sobretodo, las pirámides, que a su muerte se convertirían en sus “propios cementerios”. Los faraones y grandes reinas egipcias (decir que fueron menos las mujeres que los hombres) eran enterrados junto con sus riquezas, alimentos, animales y objetos de la vida cotidiana en la cámara central de la pirámide, lo que les permitía, según sus creencias religiosas, reencarnarse y vivir una nueva vida rodeada de lujos.
Tan extraordinaria fue esta civilización, que la podríamos considerar como la cuna de todas las culturas. Fue aquí donde se desarrollaron los jeroglíficos, tomado por los investigadores como el primer alfabeto conocido en la historia del hombre, concretamente en el 3.100 a.C, quizás sea una de las piezas claves para el posterior desarrollo del alfabeto romano y por consiguiente, para el actual tipo de escritura. En este mismo año se produjo otro avance, esta vez en el campo de las matemáticas, fue usado por primera vez en el mundo el Sistema Decimal. Tan amplios fueron los conocimientos de estos héroes de la historia, que inventaron el papel, más conocido como papiros en el 3.000 a.C, decenios más tarde, concretamente en 1.860 desarrollaron un de canal desde el mar Rojo hasta el río Nilo que permitió el transporte de mercancías. Junto a estos descubrimientos se produjo la creación del calendario que posteriormente sería utilizado en la Edad Media por su regularidad y su exactitud, por último decir que en el 1.500 a.C se creó la primera fábrica de vidrio del mundo, los egicios trabajaron el cristal como pocos, su meticulosidad fue extrema y muy elegante.
Lo cierto es que todo Egipto es una gran obra de arte. Nos encontramos ante un país situado en el nordeste del continente africano rodeado en su gran mayoría por el majestuoso e interminable desierto del Sáhara pero si por algo es conocido este singular país es conocido por su civilización antigua y sus monumentos como la ciudad de Luxor en donde se encuentra el archiconocido Valle de los Reyes, lugar donde se encuentra la mayoría de la tumpas faraónicas del Nuevo Imperio; o el templo de Karnak, el complejo religioso más importante del Egipto Antiguo. Como todos sabemos y por lo que realmente es conocido este exótico país es por sus pirámides, las más famosas son las de Giza construidas en honor de los faraones Keops, Kefrén y Micerino; las pirámides de Giza es una de las siete Maravillas del Mundo. Otra de sus míticas obras arquitectónicas es la Gran Esfinge, de más de 2o metros de altura de los cuales 5 están dedicados al rostro.

Son obras colosales que podrían compararse al gran Coliseo romano, tamaños imposibles, monumentales, grandiosos. Para conseguir levantar los monumentos faraónicos los egipcios inventaron el mortero, un compuesto formado por cemento, agua y arena, la base de todas sus construcciones. La magnitud de estas obras representan el pasado de una civilización rodeada de lujos, el omnipresente Dios Ra reencarnado en el faraon, las clases más bajas esclavizadas, el culto a sus numerosos dioses (profesaban la religión politeísta), sus grandes palacios de mármol, su inteligencia impensable para esos tiempos. En definitiva, una civilizacón que cayó bajo el yugo del más grande de todos los imperios, los invencibles y poderosos romanos.

No moriré sin visitar este grandioso país. Debe ser una sensación indescriptible, sentirte insignificante ante el poderoso desierto del Sáhara, pero todavía más ante las verdaderas reinas de Egipto, las colosales pirámides.

Vía | Wikipedia Arte e Historia

domingo, 11 de mayo de 2008

Eduardo Pérez| Tal cual prometí en mi post anterior…la historia continuaría.

Esta vez no para teorizar sobre si el graffiti es un arte o es un delito, eso ya está en manos de todos y cada uno de los que habéis leído el post para que juzguéis vosotros mismos. Esta vez, relataré aquel encuentro con aquellos chicos que, una noche, me desvelaron sus secretos como artistas urbanos, esclareciendo muchas cosas acerca de la esencia de la calle.

Tras ese encuentro, quedamos en volver a encontrarnos, sin números de teléfono ni direcciones, ya que lo que hacen es un delito penado, como me lo confirmaría mas tarde, con una cuantiosa cantidad de dinero, injusta y desproporcionada con respecto a los gastos que genera el hecho de limpiar una pintada.

Nos encontramos en un conocido bar y entablamos una amena charla, en la que tuve la oportunidad de hacerle muchas preguntas. Como su nombre es confidencial, utilizaremos su firma: SOCK. Sock es un chico, de unos veinte años, estudiante universitario, tiene madre, padre, vive en una casa y no es nada parecido al estereotipo que la sociedad tiene acerca de los jóvenes que se dedican a decorar las calles con sus firmas y consignas. No es drogadicto, no vive bajo un puente, ni roba, ni nada por el estilo. Simplemente quiere que su voz se oiga, protestar contra lo que le parece mal, o elogiar lo que le parece bien, y la única manera que tiene para que su pensamiento trascienda es dejando su marca pintada en la pared.


¿Por qué pintas?

Sock: “Por no caer en la monotonía de la sociedad. Me mata despertar y ver una pared blanca, descolorida, muerta. Una ciudad necesita color, vivacidad”.

¿Cuáles son los riesgos? aparte de que te detengan…

Sock: “El principal riesgo es económico, por las multas que te puedan caer, sé que no voy a ir a la cárcel por pintar, por eso lo vuelvo a hacer. Otro riesgo son las caídas desde alturas, porque nos subimos a cualquier sitio para poder pintar.”

¿Cuándo empezaste?


Sock: “Con doce años, primero con los rotuladores en las puertas del McDonald´s (se ríe). Luego poco a poco vas a más, hasta que haces graffiti con spray”.

¿Te han pillado?

Sock: “Si, unas 3 veces la policía, con sus respectivas multas. Sin embargo los que peor se lo toman son las personas que pasan por donde estas, inclusive si estas en un sitio legal, nos insultan y a veces, si estamos subidos en algún sitio, nos tiran cosas”.

¿Qué tal está la situación de los grafiteros?

Sock: “Mal, por la puta Expo. Aunque ya estaba mal antes, ahora está mucho peor. Yo creo que es porque la gente no lo entiende, y se ha hecho a la idea de que es un crimen. Si nos dejasen, creo que decoraríamos mucho mejor la ciudad que algunas de las cosas que ponen para “embellecer” la ciudad”.

¿De cuál graffiti te sientes más orgulloso?

Sock: “uno que hice en la plaza San Francisco. Por que era lo más grande y mas vistoso que jamás he hecho. La cuestión está en que mientras mas gente lo vea, mejor, así ganas prestigio entre el resto de grafiteros”.

Tras haber tenido esta pequeña charla, nos dispusimos a pasear por la ciudad, para encontrar buenos lugares donde dejar plasmada su firma. “nos vamos de tagging” me comentó, que consiste en dejar su firma de forma rápida en lugares de difícil acceso.

Encontramos un sitio idóneo, y el procedió a dejar su firma.



Tras esto, y como el tenía ganas de más, le acompañé a hacer otros dos, en distintos lugares de la ciudad.


Al final, nos despedimos, entre risas y la promesa por mi parte de pasarle las fotos y los vídeos. Agradezco a Sock y a toda su Crew, la ayuda y el apoyo para que este reportaje fuese posible.

LORCA, DALI Y PICASSO JUNTOS EN LA ALHAMBRA

lunes, 5 de mayo de 2008





Revista Gallo, nº1, febrero de 1928. Museo Casa Natal Federco García Lorca en Fuente Vaqueros, Granada

Patricia Vitoria Los movimientos artísticos no serían más que creaciones aisladas sino fuera gracias a la difusión de las ideas que inspiran cada tendencia, al contexto histórico en el que se dan, y una de las más importantes, a las relaciones profesionales y personales entre los distintos autores. Las colaboraciones entre distintos artistas nos ayudan a entender mejor una época y el papel del arte como reflejo de los ideales y valores que inspiran a estos creadores, dando forma a una identidad común.

Es el caso de la exposición que tiene lugar en La Alhambra, que acogerá por primera vez obras de Picasso, Dalí y Lorca conmemorando el 80 aniversario de la publicación de la revista cultural "Gallo", fundada por el escritor granadino en su época de la Residencia de Estudiantes.

La exposición conmemora el 80 aniversario de su publicación y está organizada por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), el Patronato de la Alhambra y el Generalife en colaboración con la Residencia de Estudiantes.



Dalí y Lorca junto a otro compañero de la residencia de estudiantes

La muestra trata de reflejar el contexto en el que se fraguó la publicación, el ambiente cultural de la Granada de principios del siglo XX, que vivía un interesante debate cultural entre modernidad y conservadurismo.
La idea de Lorca consistía en la creación de una revista fruto de la complicidad profesional y personal con numerosos intelectuales y artistas de la época.
La revista vio la luz el 9 de marzo de 1928. Tenía 22 páginas, unas dimensiones de 24x33 centímetros y se incluyó como suplemento cultural del periódico "El defensor de Granada".

En su primer número incluía un poema, "Historia de este gallo", que a modo de metáfora explicaba el origen de la publicación. Lorca se inventaba un personaje, Don Alhambro, que representaba el espíritu innovador y abierto que los jóvenes artistas de la ciudad querían defender. Don Alhambro, un empresario granadino que había vivido durante años en Gran Bretaña, regresaba finalmente a la ciudad en 1830 con el interés de sacarla de su inmovilismo de siglos. Pero, pese a todos sus intentos, la ciudad seguía sumida en la tradición, en lo caduco, en el arte rancio. Finalmente, Don Alhambro, que había ideado fundar una revista llamada Gallo, moría sin conseguir su objetivo. El poema en prosa de Lorca pretendía hacer una crítica a la sociedad burguesa y conservadora de la ciudad, para ello se apoyó en dibujos de Dalí en los que retrataba a los 'putrefactos' (la gente tradicional y conservadora de Granada).
Dalí, por ejemplo, comenta en una carta a Lorca, que los expresionistas alemanes ya se habían encargado del tema de la denuncia de la putrefacción, pero con saña y sin humor, que es lo que distingue los putrefactos de la Residencia de los que dibujaba Grosz. «Nosotros todo lo contrario, hemos elevado al señor tonto; la idiotez, a la categoría lírica. Hemos llegado a la lírica de la estupidez humana; pero con un cariño y una ternura tan sincera hacia esa estupidez casi franciscana».

Aunque la tirada de la revista fue pequeña, el escándalo fue mayúsculo en la ciudad, según relataba García Lorca a sus amigos de fuera de Granada (algunas de estas cartas pueden verse también en la exposición).

Era una revista con diseño moderno, defensora de vanguardia y daba cabida a los jóvenes escritores y pintores de la ciudad, así como a los artistas incipientes del resto del país. Se trataba de dar vida al arte y la literatura nuevos.
La muestra tiene como sede la Alhambra, lugar de algunas de las reuniones culturales y lúdicas de estos artistas. La vinculación de la revista con la Alhambra fue muy estrecha puesto que el nombre y el logotipo escogido para la revista se tomaron del símbolo del periódico El Defensor de Granada, un gallo con el emblema de la dinastía nazarí, dibujado por Dalí y caligrafiado por Lorca.
El siempre controvertido y auténtico Dalí definía así esta simbólica unión : " Lo inverso a la carne de gallina es la Alhambra".
Gracias a este esfuerzo se podrán observar en el recinto nazarí por primera vez, tres pinturas cubistas de Picasso que ilustraban el artículo de Sebastiá Gasch en el número 2 de la revista, obras de Dalí, procedentes del Reina Sofía, junto con dibujos de Lorca y las cartas con las que invitaba a sus amigos a participar en la revista.
La revista contó con la colaboración de escritores de la talla de Jorge Guillén, Melchor Fernandez Almagro, José Bergamín, Fancisco Ayala... y con el trabajo de grandes colaboradores plásticos como José Caballero, Ismael de la Serna, Manuel Ángeles Ortiz, Joaquín Peinado y Fransesc Domingo.

Gallo supuso aires renovados dentro del aposentado contexto cultural de la época y un medio de difusión para la difusión y el análisis de la literatura y la pintura contemporánea. La revista sirvió también como nexo de unión con las vanguardias del momento, que tenían su sitio en Barcelona; como muestra de ello, entre sus páginas apareció publicado el Manifiesto de antiartístico catalán, el famoso Manifiest Groc (amarillo), en el que decían que se limitaban «a señalar el grotesco y tristísimo espectáculo de la intelectualidad catalana de entonces, cerrada en un ambiente encerrado y putrefacto». El mismo calificativo sirvió para todo el público catalán de exposiciones cuando Dalí expuso en Barcelona en 1927.

La exposición permanecerá hasta el día 14 de septiembre en el Palacio de Carlos V, dentro del Conjunto Monumental de la Alhambra y posteriormente viajará para ser expuesta en la Rediencia de Estudiantes.



200 años de recuerdos

domingo, 4 de mayo de 2008

Laura Quílez
En un pueblo no muy lejano de Zaragoza, llamado Fuendetodos, nació en el año 1746 una figura inconfundible e inevitable de olvidar, tanto por su persona como por la obra que dejó a sus espaldas: Francisco de Goya.
A través de unas de sus obras más importantes vamos a intentar analizar su forma de ver el mundo y la denuncia social que utilizó en las épocas más oscuras de su vida, como fue la Guerra de la Independencia. Nos referimos a Los fusilamientos del tres de mayo y a la Carga de los mamelucos, a parte de porque hoy se celebra su bicentenario y en todos los medios de comunicación es de lo que más se habla, son unas de las obras que más impactaron y más carga social han provocado en la historia española.
"No hay un Goya: sino muchos Goyas. Y es así porque su biografía es dilatada y está sujeta a muchos avatares de los que supo siempre sacar partido desde la creatividad". Quizá todo esto se deba porque le tocó vivir en un periodo de importantes cambios para la historia de España de los que no salió incólume.
Goya se halló durante toda su vida en la encrucijada de tres ejes: por un lado la cultura en el tránsito del s. XVIII al XIX; por otro la Ilustración tardía en una España con una burguesía débil; y por último, el fracaso de los ideales de la Razón que supuso la Guerra de la Independencia.
Goya estalla con su creatividad como otros muchos artistas españoles conscientes. Su vida es dilatada y difícil, ya que a él nunca le acompañó un titulo en el Antiguo Régimen, cosa necesaria si uno quería vivir dignamente.




Estas dos principales obras de las que vamos a hablar entran en un ciclo dedicado a los desastres de la guerra de la Independencia, a partir del momento en el que Goya presenta la solicitud para tratar los hechos acaecidos en 1808 al Consejo de Regencia: “para perpetuar por medio del pincel las más notables y heroicas acciones o escenas de nuestra gloriosa insurrección contra el tirano de Europa…”. El fruto de todo este pensamiento del gran genio de nuestra tierra fueron los dos magníficos cuadros: Carga de los mamelucos y Fusilamientos del 3 de mayo.

El cuadro de la Carga de los mamelucos representa la lucha del pueblo contra los mamelucos: la guardia egipcia del ejército francés amenaza con llevarse a la familia real y en la Puerta del Sol se produce una rebelión popular para impedirlo.
Por medio de la perspectiva aérea organiza una multitud en un complejo movimiento que debe armonizar. A través de esta complicada composición una gran superficie rectangular se somete a un triangulo en el que se cruzan las dos diagonales del plano. En el centro óptico se sitúa la mayor violencia de la escena, en la que un mameluco muere a puñal junto a su caballo blanco. Se crea continuamente una línea de fuga con el edificio del fondo que es detenida por la masa del paisaje urbano muy impreciso e indefinido. Goya ha colocado al espectador en perspectiva baja, como si tratara de darle el puesto de protagonista que mirara caído desde el suelo y se le viniera encima la escena.
El conjunto se mueve con violencia dentro de este espacio que da la sensación de que esté cerrado, además, las posiciones de los personajes crean un continuo movimiento que va contra cualquier equilibrio. Con este cuadro Goya dice adiós a la armonía y con ella a la belleza neoclásica y aparece una inmediatez del “corresponsal de guerra” que tan famoso se consideró a partir de ese momento, puesto que hasta entonces no se había narrado así un suceso real. En conclusión, cuando miramos esta gran obra podemos decir que Goya no buscaba representar la figura de un héroe concreto sino que quería reflejar la lucha de un pueblo desigual y unido contra la represión de los invasores.



Los fusilamientos del 3 de mayo son la consecuencia trágica de la escena de la Carga de los mamelucos.
Los sublevados son conducidos antes de que empiece a amanecer a la montaña del Príncipe Pío donde están siendo fusilados.
A la izquierda de la composición el pueblo muere: un grupo de hombres normales, pobres y desordenados, simbolizan cada uno las diversas actitudes que puede tener el hombre ante el inevitable desenlace: la muerte. Podemos contemplar actitudes de tipo religiosa, desesperada, cobarde, e incluso heroica.
A la derecha, el pueblo que mata: organización, orden, preparación, anonimato, y sobretodo, frialdad. Una máquina de guerra en color negro y gris.
El farol colocado estratégicamente en el suelo por el artista deja al grupo asesino en contraluz mientras que sus víctimas quedan iluminadas, sus rostros están a la vista, acusando la máxima expresión.
El colorido en general es bastante mortecino aunque preciso y sólo parece interrumpido por los tonos más brillantes de la figura con los brazos abiertos, que pertenece al grupo del pueblo que muere. La luz proviene únicamente del farol del suelo, que incide directamente en el grupo de patriotas incluyendo al hombre de la camisa blanca que se posiciona como la víctima central, además, la iluminación crea una luz amarillenta en la que se ha querido reflejar el símbolo de la razón.
Este cuadro de Goya está constituido de muchos elementos novedosos: los personajes, a pesar de que posean una fisonomía determinada, realizan unos gestos diferentes; también, el autor no se preocupa tanto por el detalle sino por una visión del conjunto en la que nuevamente implica al espectador a través del punto de vista bajo; y lo que es más importante, la realidad se sacrifica claramente a favor de la expresión: el personaje central (que parece de etnia gitana), es el símbolo de la libertad y de su continua lucha por ella en esta época, y si nos fijamos detenidamente en ésta complicada figura nos daremos cuenta de que está dibujado con una perspectiva mucho más grande que el resto de figurantes en la obra, tanto que, si lo posicionáramos de pie, parecería un monstruo. Todo esto indica que, lo que buscaba realmente Goya con su obra fue la emoción, la expresión antes que el realismo total y con ello se anticipa en décadas a la pintura de su tiempo. También podemos añadir que Goya en este caso opta por la victima y no por el verdugo: el problema no es morir sino cómo y porqué se hace.



Entre 1819 hasta 1923 el artista vive en una finca junto al Manzanares la cual decora con catorce pinturas al óleo conocidas como PINTURAS NEGRAS porque presentaban la “crónica negra” de España; después fueron arrancadas y depositadas sobre lienzo. Entre ellas vamos a nombrar el Aquelarre (también llamado el Gran Cabrón).
En la obra del Aquelarre nos inquieta completamente cómo han cambiado las obras de éste singular autor en tan poco tiempo, creando una escena oscura e inquietante como la que contemplamos. En este cuadro se nos presenta como figura central un animal vestido con hábitos eclesiásticos en la izquierda de la escena y en negativo. Este singular personaje parece que está predicando a una audiencia compuesta por mujeres espeluznantes y viejas, menos la última a la derecha de ellas que parece una niña. Goya ha creado una escena alargada sometida a un cierto movimiento y realizada con una furia pictórica a base de continuas manchas sin color. En realidad podríamos estar hablando de una reunión de brujas presididas por la mismísima figura del diablo en forma de macho cabrío.


A pesar de los muchos cambios de humor por todos los obstáculos que le sobrevinieron a lo largo de su vida, Goya supo estar a la altura y dominar la situación entregándose en su profundo arte ofreciéndonos muchas obras que han llegado a significar, además de un antes y un después en la historia y arte españoles, en el arte a nivel mundial.

"La fantasía, aislada de la razón, sólo produce monstruos imposibles. Unida a ella, en cambio, es la madre del arte y fuente de sus deseos..."









Vía: Wikipedia, EDPLP, 1808/14, Thales, vía privada documental.

Cuando el nacionalismo invadió la música

domingo, 27 de abril de 2008

[La libertad guiando al pueblo, Delacroix, 1830. Símbolo del liberalismo y nacionalismo del XIX]

Andrés Pérez | El ser humano, por lo general, tiende a crear sus propios símbolos, representaciones de algo que tiene o que desearía tener. Los símbolos en esencia no dejan de ser eso, símbolos. Representaciones en papel, tela, sonido o piedra, pero representaciones al fin y al cabo, algo, con lo que mostrar al mundo el porqué de su modo de vida o el porqué de su propia existencia. Esos símbolos han existido siempre y no dejarán de existir porque aporta a quienes los observan algo de nosotros que no queremos o no podemos explicar con palabras. El símbolo lo creamos para representarnos a nosotros mismos, para hablar por nosotros, en definitiva, algo propio e intransferible, algo único que nos haga especiales respecto al resto de mortales, algo de lo que vanagloriarse y algo a lo que adorar. Algo, que necesitaba la sociedad burguesa del siglo XIX cuando en 1815 tras el Congreso de Viena, las potencias vencedoras de las guerras napoleónicas dictaron sentencia y ordenaron la restauración del Antiguo Régimen, Régimen obsoleto y desigual contra el que miles y millones de franceses se habían levantado una primavera de 1789.

[Firmantes del Congreso de Viena, 1815]

Romper con el pasado y si es necesario romper al pasado. Quizá ese fue el pensamiento que surgió en el ámbito intelectual europeo tras los tratados de Viena en 1815 que ponían fin a las esperanzas de una apertura al liberalismo. Nada de eso. En teoría, Francia volvería a ser una monarquía absolutista y el resto de países europeos se organizarían respecto a sus legítimos monarcas, una organización, que llevaron a cabo las principales potencias europeas en Viena a su antojo. Hicieron y deshicieron países cual puzzle europeo y barrieron de un plumazo cualquier vestigio de la antaño, gloriosa Revolución Francesa. El miedo a más revoluciones promovió la mano dura dentro de las monarquías europeas y nos son familiares cuadros como el fusilamiento de Torrijos, símbolo del liberalismo español. Los burgueses de principios del siglo XIX no estuvieron de acuerdo. En un mundo donde ellos controlaban la moneda no veían justo que quienes vivían a costa de los demás lo hicieran gratuitamente, no después del antecedente francés. Así lo creyeron y así lo llevaron a la práctica.

[El fusilamiento de Torrijos, Gisbert, 1888]

Bajo la bandera del liberalismo se lanzaron a la lucha por la justicia y a un nuevo tipo de lucha, a al lucha por la nación. La palabra nación sonaba vacía en las antiguas monarquías regalistas donde Francia era el rey y donde sus súbditos eran tal, no ciudadanos franceses. El nacionalismo nace con las revoluciones liberales del siglo XIX y los principales abanderados de este nacionalismo no fueron otros que los burgueses en busca de un Estado Liberal donde ver satisfechas sus necesidades de poder. Al fin y al cabo, los burgueses no buscaban más que su propio beneficio de cualquier objetivo común, como por ejemplo, la lucha por la nación y por los ciudadanos. En el fondo esta efímera unión entre los obreros, los campesinos y los burgueses bajo la bandera de la nación para derrocar definitivamente al antiguo régimen no haría más que contemplar sangrientos despertares en el futuro, cuando al burgués medio no le interese mantener viva la llama de la revolución nacionalista una vez alcanzada su cuota de poder y de prestigio social.

[París en 1848]

Por tanto es el nacionalismo el nacimiento de una nueva sociedad, de un nuevo concepto del ser humano ligado al liberalismo. Como todo en la historia de la humanidad, tuvo su representación en el arte si no supuso la tendencia principal en la mayoría de las artes del siglo XIX. Si por algo se ha caracterizado el arte históricamente es por retratar al sociedad en la que vivió y en un siglo donde los simbolos nacían y donde los mismos eran pieza clave de las nuevas naciones y del liberalismo frente al Antiguo Régimen (el nacionalismo no deja de ser la bandera de los burgueses frente al personalismo del A.R.). En pintura, en literatura y en música se denotó todo este nacionalismo ferviente, no exento jamás de una calidad sublime representada en artistas de la talla de Delacroix, Dvorak, Verdi, Wagner o Victor Hugo.

[Mapa algo lioso de la Bohemia en 1882, a donde pertenecía Dvorak]

Me centraré en los tres genios musicales, Antonín Dvorak, Guissepe Verdi y Richard Wagner. Los tres autores son símbolos antológicos nacionales de sus respectivos países, países que nacieron en el siglo XIX prácticamente. Alemania, Italia y la República Checa, a principios del siglo XIX, tras el Congreso de Viena, no existían. Ni nadie se imaginaba que lo fueran a ser. Alemania era un compendio de 32 reinos bajo la supervisión del gran reino de Prusia, Italia no pasaba de ser un mosaico de estados donde los príncipes manejaban a su antojo y la República Checa era Bohemia, provincia, por así decirlo, del gran Imperio Austrohúngaro. A mediados del Siglo XIX, en plenas revoluciones burguesas (especialmente la de 1848, donde en los tres 'países' hay levantamientos populares) la conciencia de nación comienza a aferrarse al alma de los habitantes de estos territorios, y con ellos, algo a lo que aferrarse o algo de lo que vanagloriarse, en definitiva un símbolo.

[Mapa explicativo de la unificación italiana]

Antonín Dvorak era el más joven de los tres. Actualmente hubiera nacido en Polonia, pero en aquellos tiempos el Imperio Austrohúngaro era tan vasto que la zona sur de Polonia se consideraba Bohemia, o lo que es lo mismo, Chequia. He de reconocer una particular predilección por el autor checo. Su obra, la sinfonía del nuevo mundo, es maravillosa hasta un punto sublime. Probablemente es uno de los grandes genios musicales menos reconocidos en España y en general en el Mundo. No lo coloco a la altura de grandes maestros como Mozart o Beethoven pero sí en una segunda fila absolutamente excepcional. En 1901 escribió su única ópera, ya que Dvorak fue hombre de sinfonías. Su música supuso un mestizaje de sonidos bohemios (Praha, la ciudad donde toda la belleza se vino a vivir, al frente) y técnicas modernas. No en vano, fue tal el prestigio que alcanzo el bueno de Dvorak en vida, que la inicipiente escuela americana lo contrató para crear un estilo propio.

[Mapa explicativo de la unificación alemana]

Verdi y Wagner son los símbolos respectivos de dos países en construcción. Italia y Alemania. Si bien Wagner supuso un tétrico símbolo dentro de los desfiles hitlerianos años más tarde, en vida no supuso tal ejemplo nacional como sí lo fue Verdi. 1850, nace Italia, su rey, tras la lucha contra Napoleón III es proclamado como tal en Roma, Victor Manuel II. Italia nace al grito de "¡Viva Verdi!", o lo que es lo mismo: "Vittorio Emmanuele Re D'Italia". Verdi, probablemente, fue el primer músico con conciencia política de la historia. Lo extraño, es que no lo detuvieran por revolucionario. Por su parte Wagner asistió en su larga vida al nacimiento a finales del Siglo XIX de Alemania, tras intensas batallas entre Prusia y Francia que colearían años después. Ambos, más allá de su simbolismo nacional, son unos genios musicales. Verdi, con sus magníficos coros, con sus requiem que parecen de todo menos requiem o con sus óperas llenas de energía y alegría italiana; y Wagner, con sus óperas llenas de energía y vitalidad rabiosa como Tristán e Isolda, o con sus sinfonías energéticas a más no poder como la Cabalgata de las Valquírias. Genialidad el italiano, fuerza pura el alemán.

En definitiva, el nacionalismo fue palpable a nivel musical en centroeuropa, de nuevo, un símbolo que invade el arte, y de nuevo, el arte como símbolo de los deseos, frustraciones y anhelos del ser humano.

Sinfonía Nº 9, El Nuevo Mundo, Antonín Dvorak (espectacular, probablemente la mejor orquesta sinfónica y el mejor director de orquesta del mundo juntos: Herbest Von Kalajan y la Orquesta Sinfónica de Viena):




Rigoletto, Ópera de Verdi, concretamente la archiconocida La dona e mobile:




Y para terminar, la conocidísima Cabalgata de las Valquírias, de Wagner:




Vía | Wikipedia, Artehistoria, Clases Historia, El Rincón del Vago
Imagen | The art Wolf, Portal Planeta Sedna, Legado Andalusí, Cazurrabit, Cscom, Sabuco, De archivo

¿Arte o Delito?



Eduardo Pérez | ¿Quién de nosotros, al menos una vez, no ha dejado marcado, pintado, tallado o esculpido su nombre en algún sitio? Desde pequeños, al querer dejar patente nuestros lazos de amistad con otras personas, o simplemente para dejar claro, con esa chulería infantil, de que habíamos pasado por allí, hemos “grafiteado” para expresar lo que sentíamos en ese momento.

Y es que, el otro día, cuando caminaba por el centro a las tantas, me encontré con que unas personas estaban dejando esta misma marca, pero esta vez no era un simple nombre, o un “he estado aquí”. Lo que estos chicos estaban haciendo era una autentica obra de arte. Bueno, eso a mi manera de ver, claro está, ya que estos son perseguidos por la policía como delincuentes, a pesar de que gracias a ellos, los cascos históricos o estaciones de metro o tren de algunas ciudades están adquiriendo una estética nueva, refrescante incluso, lejos de la monotonía a la que nos tienen acostumbrados estos lugares.

Pensando en eso, decidí acercarme y hablar con ellos, y lejos de ser unos incultos “delincuentes”, como los llaman las señoras mayores, me encontré con unos individuos que estudiaban una carrera universitaria, y que eran muy conscientes de lo que hacían y que lo hacían por una razón muy sencilla: para expresarse. Para expresarse en una sociedad que no les permite hacerlo. En una sociedad en la que casi toda la información está controlada y en las que las opiniones del individuo, muchas veces, no trascienden. Es su manera de expresar su consciencia social, de decir que es lo que les parece bien o mal y de una manera en la que, seguramente, su mensaje será captado por alguien.


Y en esa pequeña charla que tuve con ellos, me ilustraron la realidad del grafiti, de su historia, y todas las claves para entender su arte. Aunque en esta entrega, no profundizaré mucho en ese encuentro. Y cito: “Al contrario de lo que muchos creen, el grafiti no es algo nuevo. Parece mentira, pero desde los romanos existen los grafitis. Aunque esta claro de que no lo hacían como nosotros, pero seguro que lo hacían por la misma razón”. Y es que el termino graffiti viene del latín graphiti (el cual se refiere a las consignas que los romanos dejaban), que durante los años sesenta se popularizó en EEUU.

Y es allí donde este arte moderno tuvo su origen en los años sesenta, en la ciudad de Filadelfia, en la cual los grafitis de protesta de figuras como “Cornbread” o “Kool Earl”, (pioneros del arte grafiti) ayudaron a definir el movimiento que posteriormente se convertiría en el que conocemos hoy. En España, el movimiento graffiti no llegaría hasta la década de los 80, donde Muelle (Juan Carlos Argüelo) inundó la ciudad de Madrid con sus pintadas. Otros nombres importantes del grafiti madrileño fueron Bleck (la Rata) o Glub.


Claramente, el estilo ha evolucionado con el tiempo. Ya no solo se realizan Tags, como al principio en Madrid, sino que los grafiteros realizan desde pequeñas pintadas con plantilla, hasta auténticos murales que han ido trascendiendo cada vez más y más en la opinión pública y en la sociedad. Una sociedad que ha ido evolucionando desde los sesenta, y cuyos mensajes se han ido volviendo cada vez más críticos, aunque aún no esté preparada del todo para la revolución que supone el arte grafiti. Las palabras de Marc Ecko, sastre urbano dueño y fundador de Ecko Unlimited, lo expresan con claridad: «El grafiti es, si duda, el movimiento reciente más poderoso de la historia»

Continuará…

Vía | Investiación propia

Punk: libertad individual y transgresión

domingo, 20 de abril de 2008

Patricia Vitoria | En este blog, también tienen lugar las tendencias artísticas minoritarias e incomprendidas históricamente, como es el caso del punk. El punk nace en los años 70 en Inglaterra y también en Nueva York. Este movimiento, comenzó como una actitud que cuestionaba la sociedad, sus tradiciones, sus ídolos y rechazaba toda hipocresía. Etimológicamente, la palabra inglesa 'punk' para referirse a personas (vago, despreciable) o a cosas (basura, escoria) tiene un significado despectivo, al utilizarla para autodefinirse, los punks o punkies pretendían desmarcarse de todo lo establecido y lo "políticamente correcto". La ideología del punk está ligada al derecho intrínseco del individuo a la libertad, impulsando el papel de la elección personal en su desarrollo. Todos estos aspectos se reflejaban en una burla a la rigidez de los convencionalismos que ocultaban formas de opresión social. Cuestionar y transgredir todo lo que les rodeaba. Buscaban una identidad alternativa lejos del despreciado movimiento hippie.

La estética del “hazlo tú mismo” llevó a la aparición de numerosas y transgesoras manifestaciones en el campo del diseño y el arte en general. Uno de estos experimentos fue la aparición de numerosas revistas, de las cuales Sniffin’ Glue (1977) fundada por Mark Perry fue la más conocida. En estas publicaciones utilizaban tipos e imágenes recicladas de los periódicos populares (“corta y pega”) y textos hechos a mano o con máquinas de escribir en una clara transgresión de las normas concertadas como "buen diseño". Tenían una circulación reducida y una duración corta pero su influencia se extendió hasta el campo convencional del mundo editorial. La revista i-D fundada por el director de arte Terry Jones, obtuvo un gran éxito publicitario y fue tomada como referente por diseñadores de todo el mundo.

[Portada de un ejemplar de Sniffin' Glue]

La Galería de arte Barbican (Londres), una de las más grandes de Europa, realizó una exposición que muestra el perfil quizá menos tomado en cuenta de este movimiento: su influencia en el arte. Cuando la mayoría piensa en punk, lo asocia generalmente con peinados como crestas de gallo y música bulliciosa. No muchos lo vinculan con pinturas cotizadas en cifras multimillonarias y producciones para grandes campañas publicitarias. Sin embargo, eso es lo que la muestra llamada Panick Attack se encarga de exhibir; diferentes producciones de alrededor de 30 artistas (de origen estadounidense y británico) que entre mediados de los setenta y mediados de los ochenta dotaron a sus obras del mismo vértigo que bandas como Sex Pistols dieron a su música. Guitarras distorsionadas, con letras irónicas y contestatarias que llegaban a tener la osadía, por ejemplo, de declarar que la reina Isabel “no es un ser humano”.

Imagen de Jamie Reid [Museo Barbican]

“No hay futuro” fue el lema nihilista de los Pistols, una banda irreverente conformada por integrantes que rondaban los 20 años, tenían los dientes podridos, los pelos parados y usaban camperas de cuero. La Inglaterra de los buenos modales sintió vergüenza ante los nuevos ídolos de sus hijos. El diseño de las carátulas y pósters de Sex- Pistols, eran perfecta muestra del caos del “corta y pega”, fueron diseñadas por Jamie Reid, director artístico de los Sex- Pistols. En 1970, Reid fundó un periódico comunitario llamado Suburban Press y lo integró en el diseño copiando las ideas que le interesaban como influencia del movimiento Situacionista Francés, que en los años 60, había utilizado eslóganes políticos y artísticos para minar las bases del status quo. De esta forma, utilizaba caracteres recortables como se utilizan en los chantajes, colores que desentonan y eslóganes políticos, creando una expresión visual perfecta para el punk británico. Poco a poco fue influyendo en la corriente artística principal, estableciendo imágenes visuales que han inmortalizado la revolución cultural punk.

Imagen | Google Images

El gótico y la nueva concepción del ser humano

domingo, 13 de abril de 2008

Andrés Pérez | Mucha gente cree erróneamente que el Gótico es la continuación natural del Románico. Todo lo contrario. Son puntos de vista completamente alternativos y antagónicos, prácticamente, se podría decir que el Gótico es la controversia del Románico, todo aquello que el Románico no es. Por tanto, creer que el Gótico es la continuación del Románico no es más que caer en otro de los muchos errores que se suelen caer al pensar sobre el Gótico. Porque, al contrario de lo que pueda parecer, el Gótico no es un periodo de la historia caracterizado precisamente por la oscuridad y el tenebrismo, todo lo contrario, desde finales del Siglo XII hasta finales del Siglo XIV el Gótico impregnó el panorama europeo de catedrales esplendorosas, radiantes, brillantes y luminosas. La luz, ese elemento ausente de cualquier obra románica, es el elemento clave del Gótico. El Gótico, en resumidas cuentas, es el punto de inflexión respecto a periodos medievales anteriores tanto a nivel escultórico, arquitectónico, pictórico como político y social.


Para entender cualquier movimiento artístico es necesario comprender en qué situación se produjo, qué ocurría por aquel entonces en Europa para que se terminara pensando de la manera en que se pensó o de la manera en la que se construyó. ¿Qué ocurría en Europa alrededor de 1180? El terror del año mil ya había desaparecido pero el miedo a las invasiones bárbaras no. En la Europa profundamente católica de la Edad Media, tanto musulmanes venidos de Arabia, como Normandos venidos del norte como, a su vez, Turcos que amenazaban la integridad del Imperio Bizantino traían consigo el terror y el miedo a los pueblos de Europa. Sin ir más lejos, la península Ibérica estaba prácticamente conquistada por el fenómeno musulmán. Los normandos, por ejemplo, conquistaban desde las frías tierras del norte el archipiélago británico e incluso bajaron por el Mediterráneo para invadir Nápoles o Creta. Eran tiempos por tanto de debilidad en los principales estados europeos, estados, que se habían quedado sin una referencia clara tras la caída un siglo antes del Imperio Carolingio, santo y seña del cristianismo y del poder feudal.


La peste asolaba los territorios centroeuropeos, la Guerra de los Cien años marcaba sin duda alguna el futuro de Inglaterra y de Francia, aparecían héroes en esa misma guerra como Juana de Arco, Barbarroja consolidaba su Imperio en centroeuropa y en Italia, la primera Cruzada parte para liberar Jerusalén del 'infiel' y entre tanto movimiento político y territorial se consagra la burguesía y las urbes aparecen como los centros económicos de la época. Es el nacimiento de la burguesía incipiente que comienza a controlar el poder económico de los reinos y es la nueva concepción del ser humano, derivada de un racionalismo alejado del catolicismo exacerbado, la que permite que nazca un nuevo tipo de arte alejado del oscuro y terrorífico Románico. El Gótico.


El Gótico responde a un movimiento social llamado humanismo, que surge en las grandes ciudades en contraposición a la concepción que se tenía del ser humano en el Románico. Ahora el ser humano ya no será una penosa carga donde transportar el alma, sino que será el símbolo de la perfección de Dios, su obra más maravillosa y amada. El humanismo da como resultado amor a Dios y a la naturaleza, no miedo. La reforma cisterciense abre en esta época unos nuevos cánones para la arquitectura y la nueva estructura social basada en el poder de las ciudades y en la aparición de la burguesía son los factores fundamentales para el nacimiento del Gótico.
Si por algo se caracteriza el Gótico es por la Luz. Las grandes catedrales serán el santo y seña del nuevo arte. Catedrales mastodónticas en ocasiones de más de 100 metros de altura, como la de Amiens en Francia o la de Palma en España. Catedrales que anhelan llegar a Dios, de ahí su altura, llegar a Dios porque en esta época el amor a Dios se contrapone al miedo que en el Románico se le tenía. Las vidrieras permitirán el paso de coloridos mosaicos y luminosas galerías olvidando los oscuros interiores del Románico. A nivel pictórico la evolución es impresionante. Especialmente en la escuela flamenca, en los actuales Países Bajos y Bélgica, donde los grandes pintores flamencos dejarán su estampa para la historia y supondrán un punto de inflexión para futuras generaciones artísticas. Los frescos se mantendrán pero mayoritariamente se utilizará el lienzo al óleo como técnica revolucionaria para la pintura, se buscará la exactitud y el máximo realismo, el detallismo absoluto y el arte estará al servicio de la burguesía y de la Iglesia. Grandes pintores como los hermanos Van Eyck (El matrimonio Arnolfini), El Bosco (El jardín de las Delicias)o El Patinir (El paso de la Laguna Estigia) o Brueghel entre otros muchos.


En definitiva el Gótico supuso un cambio de mentalidad importantísimo para las futuras generaciones, una nueva manera de entender al ser humano más abierta y un poquito más liberal, un nuevo arte más técnico, bello y radiante que, especialmente en pintura, supondrá un punto de inflexión vital para el resto de la historia con la nueva aparición del lienzo al óleo; y especialmente, a nivel social nace una nueva clase social que en el futuro, aunque muy lejano, traerá nuevos pensamientos y nuevas maneras de entender la economía y la vida: La burguesía.

El arte gótico en diez minutos:




Vía | Wikipedia, Cistercensi, Universidad de Alicante, Cultura General, La Túnica de Neso, Historia del Arte (Vivens Vives, 2006)
Imagen | 1) Bóveda Gótica (Wikipedia), 2) Catedral de León (Catedral de León), 3) Mapa de la expansión de la peste en Europa (Imperio Bizantino), 4) La Cosecha de Brueghel el Viejo (Wikipedia)

La historia de Apolo y Dafne




Laura Quílez


"Auxíliame, padre mío, si los ríos tenéis poder divino; transfórmame y haz que yo pierda la figura por la que he agradado excesivamente". Apenas terminada la súplica, una pesada torpeza se apodera de sus miembros, sus delicados senos se ciñen con una tierna corteza, sus cabellos se alargan y se transforman en follaje y sus brazos en ramas; los pies, antes tan rápidos, se adhieren al suelo con raíces hondas y su rostro es rematado por la copa; solamente permanece en ella el brillo. Febo también así la ama y apoyada su diestra en el tronco, todavía siente que su corazón palpita bajo la corteza nueva y, estrechando con sus manos las ramas que reemplazan a sus miembros, da besos a la madera; sin embargo, la madera rehúsa sus besos. Y el dios le dijo: "Ya que no puedes ser mi esposa, serás en verdad mi árbol; siempre mi cabellera, mis cítaras y mi carcaj se adornarán contigo. ¡Oh, laurel!, tú acompañarás a los capitanes del Lacio cuando los alegres cantos celebren el triunfo y el Capitolio vea los largos cortejos. […] Peán había acabado de hablar; el laurel se inclinó con sus ramas nuevas y pareció que inclinaba la copa como una cabeza.


Puede que estuviera paseando, pensando en lo precioso que era el lugar por donde andaba, sin dirigirse a ningún sitio determinado, sólo paseando para, si pudiera ser posible, inspirarse; o puede que estuviera tranquilamente pensando en otra cosa y se le ocurriera ésta historia en un momento, o cualquier otra circunstancia en la que le vino en la cabeza, pero en ese entonces, se le ocurrió. Alrededor del año 7 d.C. Ovidio escribe la historia de Apolo y Dafne, que trata de cómo la ninfa huyendo del loco y enamorado Dios Apolo termina convirtiéndose en laurel. Junto a ésta curiosa historia mitológica también constan en su libro de las “Metamorfosis” otras historias en las que el tema esencial es la transformación o mutación. Cuenta el mito que Apolo quiso competir con Cupido en el arte de lanzar flechas. Cupido, molesto por la arrogancia de Apolo, ideó vengarse de él. Para ello lanzó al hermoso dios una flecha de oro, que causa un amor inmediato a quien hiere; por el contrario, hirió a la ninfa Dafne con una flecha de oro, que causa el rechazo amoroso. Apolo, enamorado perdidamente de Dafne, la sigue sin descanso, ella, huye del acoso apasionado de Apolo y es convertida en laurel por su padre, el río Peneo. En el instante en que Apolo roza el deseado cuerpo de la ninfa, ésta se transforma en tronco de árbol.

En 1620 Scipione Borghese , un cardenal romano, encarga a Bernini para los jardines de su casa en la capital de Roma la obra de Apolo y Dafne. Un conjunto escultórico realizado en mármol en el que se aprecian claramente las características de la escultura berlinesca. Ésta escultura tiene continuamente descritas líneas curvas en los cuerpos que se oponen repentinamente a las diagonales de los brazos y las piernas. La forma abierta dota al conjunto de un movimiento ascendente que se proyecta hacia un espacio ilimitado y que obliga a admirarlo desde diversos puntos de vista. La textura y la luz que los caracterizan van unidas y en contraste: la rugosidad de los cabellos y la vestimenta e incluso el pulimentado de las superficies de los cuerpos, todo en completa armonía y belleza. El artista, al ser llamado para intervenir en la construcción de esta obra, decidió darle a su escultura la máxima tensión, el punto álgido del dramatismo: el clímax. Ese es el momento en el que Apolo roza el deseado cuerpo de Dafne cuando ésta ya se está convirtiendo en un árbol.


En la época del Barroco fue cuando finalmente alguien lee la historia de Apolo y Dafne en la obra de Ovidio de “Metamorfosis” y se le ocurre que podría existir una escultura que reflejara totalmente ésta trágica y complicada historia. El Barroco se inició en la tercera década del siglo XVI. En este momento el ideal clásico de la belleza, que había mantenido el Renacimiento, ya no gustaba a los más revolucionarios, así que nació un sentimiento de insipidez, de inexpresividad, de frialdad, lo que provocó el Manierismo. Llegado este momento irrumpen los elementos principales que van a definir a éste movimiento: ante la ruptura en el Concilio de Trento (la llamada Contrarreforma) aparece la Reforma protestante, esto supone que los hermanos del cristianismo se separan de la ortodoxia católica y hacen valer otra manera de ser cristiano. El arte entonces va a ser llevado de nuevo a su función social y religiosa y el resultado será una estética comprometida al servicio de una causa y que abandona el ser objeto de contemplación desinteresada. Las técnicas visuales resultantes de todo este planteamiento son la amplitud, el sentimiento, el movimiento, la elección por los efectos escenográficos. Se recurre ahora a las potencialidades que tiene la imagen para conmover a toda la población. En conclusión, el arte se convierte en publicidad, en instrumento de captación y dotado de una elevada iconografía.

Con ésta escultura quería comenzar los post de nuestra nueva web, porque me parece que a parte de ser muy bella y realista nos refleja completamente lo que se buscaba en las obras de arte en la época del Barroco, como he explicado, con semejantes formas y creando el máximo movimiento. También quería subrayar el poder que tienen algunas historias escritas en el pasado a lo largo de los años, ya que aunque parecieran olvidadas alguien las saca a la luz para crear una obra de arte a partir de ellas, dotando al mundo de cosas tan hermosas como las que hemos visto.

Vía Telepolis, Wikipedia, Trageznies / de archivo
Imagen 1) Apolo y Dafne, 2) Bernini, 3) El éxtasis de Santa Teresa (Google)