LORCA, DALI Y PICASSO JUNTOS EN LA ALHAMBRA

lunes, 5 de mayo de 2008





Revista Gallo, nº1, febrero de 1928. Museo Casa Natal Federco García Lorca en Fuente Vaqueros, Granada

Patricia Vitoria Los movimientos artísticos no serían más que creaciones aisladas sino fuera gracias a la difusión de las ideas que inspiran cada tendencia, al contexto histórico en el que se dan, y una de las más importantes, a las relaciones profesionales y personales entre los distintos autores. Las colaboraciones entre distintos artistas nos ayudan a entender mejor una época y el papel del arte como reflejo de los ideales y valores que inspiran a estos creadores, dando forma a una identidad común.

Es el caso de la exposición que tiene lugar en La Alhambra, que acogerá por primera vez obras de Picasso, Dalí y Lorca conmemorando el 80 aniversario de la publicación de la revista cultural "Gallo", fundada por el escritor granadino en su época de la Residencia de Estudiantes.

La exposición conmemora el 80 aniversario de su publicación y está organizada por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), el Patronato de la Alhambra y el Generalife en colaboración con la Residencia de Estudiantes.



Dalí y Lorca junto a otro compañero de la residencia de estudiantes

La muestra trata de reflejar el contexto en el que se fraguó la publicación, el ambiente cultural de la Granada de principios del siglo XX, que vivía un interesante debate cultural entre modernidad y conservadurismo.
La idea de Lorca consistía en la creación de una revista fruto de la complicidad profesional y personal con numerosos intelectuales y artistas de la época.
La revista vio la luz el 9 de marzo de 1928. Tenía 22 páginas, unas dimensiones de 24x33 centímetros y se incluyó como suplemento cultural del periódico "El defensor de Granada".

En su primer número incluía un poema, "Historia de este gallo", que a modo de metáfora explicaba el origen de la publicación. Lorca se inventaba un personaje, Don Alhambro, que representaba el espíritu innovador y abierto que los jóvenes artistas de la ciudad querían defender. Don Alhambro, un empresario granadino que había vivido durante años en Gran Bretaña, regresaba finalmente a la ciudad en 1830 con el interés de sacarla de su inmovilismo de siglos. Pero, pese a todos sus intentos, la ciudad seguía sumida en la tradición, en lo caduco, en el arte rancio. Finalmente, Don Alhambro, que había ideado fundar una revista llamada Gallo, moría sin conseguir su objetivo. El poema en prosa de Lorca pretendía hacer una crítica a la sociedad burguesa y conservadora de la ciudad, para ello se apoyó en dibujos de Dalí en los que retrataba a los 'putrefactos' (la gente tradicional y conservadora de Granada).
Dalí, por ejemplo, comenta en una carta a Lorca, que los expresionistas alemanes ya se habían encargado del tema de la denuncia de la putrefacción, pero con saña y sin humor, que es lo que distingue los putrefactos de la Residencia de los que dibujaba Grosz. «Nosotros todo lo contrario, hemos elevado al señor tonto; la idiotez, a la categoría lírica. Hemos llegado a la lírica de la estupidez humana; pero con un cariño y una ternura tan sincera hacia esa estupidez casi franciscana».

Aunque la tirada de la revista fue pequeña, el escándalo fue mayúsculo en la ciudad, según relataba García Lorca a sus amigos de fuera de Granada (algunas de estas cartas pueden verse también en la exposición).

Era una revista con diseño moderno, defensora de vanguardia y daba cabida a los jóvenes escritores y pintores de la ciudad, así como a los artistas incipientes del resto del país. Se trataba de dar vida al arte y la literatura nuevos.
La muestra tiene como sede la Alhambra, lugar de algunas de las reuniones culturales y lúdicas de estos artistas. La vinculación de la revista con la Alhambra fue muy estrecha puesto que el nombre y el logotipo escogido para la revista se tomaron del símbolo del periódico El Defensor de Granada, un gallo con el emblema de la dinastía nazarí, dibujado por Dalí y caligrafiado por Lorca.
El siempre controvertido y auténtico Dalí definía así esta simbólica unión : " Lo inverso a la carne de gallina es la Alhambra".
Gracias a este esfuerzo se podrán observar en el recinto nazarí por primera vez, tres pinturas cubistas de Picasso que ilustraban el artículo de Sebastiá Gasch en el número 2 de la revista, obras de Dalí, procedentes del Reina Sofía, junto con dibujos de Lorca y las cartas con las que invitaba a sus amigos a participar en la revista.
La revista contó con la colaboración de escritores de la talla de Jorge Guillén, Melchor Fernandez Almagro, José Bergamín, Fancisco Ayala... y con el trabajo de grandes colaboradores plásticos como José Caballero, Ismael de la Serna, Manuel Ángeles Ortiz, Joaquín Peinado y Fransesc Domingo.

Gallo supuso aires renovados dentro del aposentado contexto cultural de la época y un medio de difusión para la difusión y el análisis de la literatura y la pintura contemporánea. La revista sirvió también como nexo de unión con las vanguardias del momento, que tenían su sitio en Barcelona; como muestra de ello, entre sus páginas apareció publicado el Manifiesto de antiartístico catalán, el famoso Manifiest Groc (amarillo), en el que decían que se limitaban «a señalar el grotesco y tristísimo espectáculo de la intelectualidad catalana de entonces, cerrada en un ambiente encerrado y putrefacto». El mismo calificativo sirvió para todo el público catalán de exposiciones cuando Dalí expuso en Barcelona en 1927.

La exposición permanecerá hasta el día 14 de septiembre en el Palacio de Carlos V, dentro del Conjunto Monumental de la Alhambra y posteriormente viajará para ser expuesta en la Rediencia de Estudiantes.



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